El jamón ibérico es un tesoro culinario sin igual, exclusivo de la península ibérica y derivado de cerdos de raza ibérica. Esta delicia gastronómica ha sido el foco de nuestra tradición culinaria durante siglos, consolidándonos como maestros en la curación de su carne y destacando el «made in Spain» como sinónimo de calidad incomparable.

Tipos de jamón ibérico

Descubriendo los Tipos de Jamón Ibérico
El jamón ibérico es un manjar que se clasifica en distintas categorías según una serie de variables clave, que incluyen la raza del cerdo, su alimentación y el proceso de curación.
Según la Raza del Cerdo
El jamón ibérico proviene del cerdo ibérico, una especie única con características genéticas distintivas que lo diferencian de otros animales de su misma especie. Una de las particularidades más destacadas es su capacidad para infiltrar grasa en el músculo, lo que contribuye al exquisito sabor del jamón ibérico, que a menudo se describe como deshaciéndose en la boca.
Porcentaje de Raza Ibérica
La clasificación del jamón ibérico se basa en el porcentaje de pureza de la raza ibérica del cerdo. Estas son las categorías principales:
1. Jamón Ibérico de Bellota (100% Ibérico): Popularmente conocido como «Pata Negra», este tipo de jamón proviene de cerdos con ambos padres 100% ibéricos. Es considerado el pináculo de la calidad, ya que los cerdos se crían en libertad y se alimentan exclusivamente de bellotas durante la montanera, lo que le confiere un sabor excepcional.
2. Jamón Ibérico de Cebo de Campo (75% Ibérico): Estos jamones provienen de cerdos con madre ibérica y padre 50% ibérico o de otra raza. Aunque no alcanzan el nivel de pureza del jamón de bellota, aún ofrecen una experiencia gastronómica de alta calidad, con sabores y aromas característicos.
3. Jamón Ibérico de Cebo (50% Ibérico): Derivados de cerdos con madre ibérica pero padre 50% ibérico o de otra raza, estos jamones son una opción más asequible pero igualmente deliciosa. Aunque su sabor puede ser menos intenso que el de otras categorías, siguen siendo una excelente elección para los amantes del buen jamón.
Explorando las Diferentes Alimentaciones del Cerdo Ibérico

En el fascinante mundo del jamón ibérico, la alimentación del cerdo juega un papel crucial en la calidad y el sabor del producto final. Veamos cómo varía según el tipo de alimentación:
Jamón de Cebo Ibérico: La Tradición en la Granja
Los jamones ibéricos de cebo provienen de cerdos que son alimentados exclusivamente con pienso y cereales durante toda su vida en la granja. Esta práctica les otorga un sabor distintivo y los distingue por su nombre. Criados en un entorno controlado, estos cerdos garantizan una calidad consistente y un sabor delicioso en cada loncha.
Jamón de Cebo de Campo Ibérico: Libertad y Control
El jamón ibérico de cebo de campo ofrece lo mejor de ambos mundos. Estos cerdos disfrutan de una parte de su vida en libertad, pastando en la dehesa o en campos abiertos, donde se alimentan de frutos silvestres y, ocasionalmente, de bellotas. Sin embargo, su dieta principal sigue siendo a base de pienso y cereales, lo que garantiza un desarrollo óptimo hasta alcanzar su peso ideal. Esta combinación de libertad y control resulta en un jamón de calidad excepcional, con sabores auténticos y texturas exquisitas.
Jamón de Bellota Ibérico: La Cumbre del Sabor
Los jamones ibéricos de bellota son la joya de la corona en el mundo del jamón ibérico. Provenientes de cerdos que han disfrutado de la montanera, una fase final de engorde que se lleva a cabo en las dehesas entre octubre y febrero, estos cerdos se liberan en el monte para alimentarse de bellotas y explorar a su antojo. Gracias a su capacidad para infiltrar grasa en el músculo, una alimentación rica en bellotas y productos naturales, y su actividad durante este período, la carne de estos cerdos se vuelve increíblemente jugosa y deliciosa. Cada loncha de jamón de bellota es una experiencia sensorial única que refleja la excelencia de la tradición ibérica.
Con esta comprensión de las diferentes alimentaciones del cerdo ibérico, podrás apreciar aún más la diversidad y la calidad que ofrece el mundo del jamón ibérico. ¡Prepárate para disfrutar de una experiencia gastronómica inigualable!
El Arte de Seleccionar el Cerdo Ibérico para la Montanera

La elección de los cerdos destinados a la montanera, esa etapa crucial en la vida del cerdo ibérico, es un proceso meticuloso que depende de diversos factores, incluida la estación y, especialmente, la climatología, que influye de manera similar a una vendimia o una cosecha.
La Decisión del Mayoral
El mayoral, el encargado principal de la ganadería, desempeña un papel fundamental en esta selección. Basándose en la cantidad de bellotas y frutos silvestres que la naturaleza ha proporcionado en un año determinado, el mayoral determina cuántos cerdos ibéricos serán liberados en la dehesa.
Garantizando una Alimentación Abundante
El objetivo principal es asegurar que los cerdos tengan acceso a suficientes alimentos naturales, como las preciadas bellotas, para que puedan engordar adecuadamente y completar con éxito la montanera. Este período crucial suele extenderse desde noviembre hasta febrero, ofreciendo a los cerdos la oportunidad de disfrutar de la libertad y de una alimentación rica y variada en la dehesa.
La decisión del mayoral garantiza que los cerdos tengan todas las condiciones necesarias para prosperar durante la montanera, lo que se traduce en un jamón ibérico de bellota de la más alta calidad. Este proceso cuidadoso y atento es parte integral de la tradición y la excelencia que caracterizan al mundo del jamón ibérico.
Explorando los Sabores del Jamón Ibérico

El mundo del jamón ibérico es una verdadera sinfonía de sabores, influenciada por la crianza de los cerdos y los métodos de elaboración. Una de las variables clave que afecta directamente al sabor es la zona de procedencia, también conocida como «denominación de origen». Veamos cómo influye esto en la experiencia gustativa:
Crianza de los Cerdos y Elaboración: La Esencia del Sabor
La crianza de los cerdos y el proceso de elaboración son determinantes en la calidad y el sabor del jamón ibérico. Desde la selección de los mejores ejemplares hasta la meticulosa curación, cada paso influye en el perfil de sabor único de cada pieza.
Denominación de Origen: Un Sello de Calidad y Tradición
El jamón ibérico se trata de manera distinta según su denominación de origen, lo que influye significativamente en su sabor final. Esta distinción regional se convierte en un punto clave para diferenciar los diversos tipos de jamón ibérico y apreciar sus matices particulares.